Hace unos días anakin
DI_anakin96 hizo un concurso en el foro en el cual había que escribir historias sobre el gremio, el ganador de dicho concurso fue
DI-Kamae_Kyu y se llevo de premio una carta valorada en aproximadamente 7K, felicidades. Aquí os pongo la historia:
Hace muchos años en una galaxia muy, muy lejana...
El mundo había sido conquistado por el aburrimiento y el hastío. Jorge Javier Vázquez era ministro de cultura y Belén Esteban presidente del Gobierno. El himno de Europa era un tema de Justin Gayber y el fandom, el metal, el skate y los condones habían sido prohibidos.
Habían vencido, habían dominado el mundo... Pero no, un momento, en algún rincón del mundo virtual, protegidos por ciberpiratas seguía resistiendo el mundo de Clint City, y la mayor concentración de rebeldes estaban en España. Hasta se habían reunido físicamente en el faro de Finisterre.
Allí, el druida Kamaetix escudriñaba el horizonte desde lo alto de faro mientras afilaba una estaca para empalar a los municipales que caerían prisioneros en el ataque que se aproximaba.
Solokstix y Tahurix se peleaban por lo de siempre, Tahurix quería beber de la olla de kalimotxo que había preparado Kamaetix y Solokstix no le dejaba porque los resultados eran imprevisibles desde que áquel cayera en la olla y los efectos del kalimotxo quedaron permanentes. Son buenos amigos estos dos, pero molestos vecinos porque su afición es bastante maloliente: coleccionan cascos de antidisturbios con las cabezas de los que los llevaban dentro.
A la derecha estaban los Dragones, Bdragonix y Dragonix, conocidos como los dragoncetes. Auténticos especialistas en el difícil arte de poner tapones de corcho en las escopetas de los munipas para que explotaran al hacer fuego. Ninguno de los dos conservaba ya todos los dedos, pero eran una pareja alegre, se descojonaban en cada explosión.
Nuestro asesino en serie Tiranikis estaba infiltrado en las filas enemigas, y volvería como siempre a la hora de la cena con una bolsa de víveres, normalmente sesos, riñones y criadillas que nadie quería comer ni sabía (ni ganas de saberlo) de donde sacaba.
Negalix era el que llevaba los servicios de información, siempre estaba en el lugar oportuno, en el momento oportuno, habilidad adquirida en los antiguos conteos que ahora le daba tan buenos resultados.
Salguerix es nuestro sargento mayor, con el vozarrón adquirido entrenando al futbol, enseñaba a los reclutas a chutar piedras contra las formaciones de polis que atacaban insistentemente el faro de Finisterre. Costó acostumbrarse a que al final de las órdenes en vez de AR! dijera juas juas juas!, pero no importa, si no fuera por él los reclutas sólo servirían para variar la dieta de los veteranos.
Anakinix corretea alegremente de un grupo a otro, todo el mundo aprecia la compañía de la alegre mascota del heterogéneo grupo, karateka, fan de star wars, psicópata navajero y empeñado en llevar pañales sobre la ropa como seña de identidad. Es gruñón, entrañable y aficionado a desventrar enemigos con una vieja navaja de afeitar oxidada. Rasgo peculiar de su carácter es saltar sobre las tripas de los agonizantes al ritmo de sus gritos, lo que provoca alguna mirada extraña de sus compañeros, pero lo encuentra tannnnn divertido...
Falta gente por nombrar, pero ya vienen las auténticas amazonas a relajar a los combatientes, que saben que repetirán el ritual cuando regresen. Ya sabeis que no es conveniente hacer esperar a una auténtica amazona, no sea que apriete los muslos contigo dentro...
Kamaetix sonríe, y juguetea con las cápsulas que tiene en su bolsillo. Cuando todos descansen esta noche disolverá el xantiax en cubos que respirarán mientras duermen, y la próxima vez la aldea pasará al ataque, se acabó defender. Él respirará el xantiax en la sala de descanso de las auténticas amazonas, que para algo es el druida, abrazado a su machete de cortar caña